Legisladores de oposición afirman no hay seguridad en la frontera

Santo Domingo. – El presidente de la Comisión Permanente de Interior y Policía, Edwin Mejía, denunció que la tranquilidad social que vive la República Dominicana pende de un hilo por la falta de seguridad nacional en la frontera por parte de las autoridades dominicanas.

Mejía denunció de manera responsable que cualquier ciudadano haitiano que disponga de cinco mil pesos puede obtener con facilidad una entrada al territorio nacional y advirtió que en los próximos días incrementen los asaltos en el país.

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«Nosotros estamos a merced de lo que pueda pasar, porque esas fronteras están abiertas. Todo haitiano que tiene cinco mil pesos en un bolsillo tiene un pasaporte para cruzar a la República Dominicana y lo digo responsablemente», afirmó el congresista.

Igualmente, el diputado Gerardo Casanova, enfantizó que, a pesar de la vigilancia anunciada por los organismos de seguridad, hay varios puntos fronterizos por donde los haitianos pueden pasar.

«Por más vigilancia que haya en la frontera, hay demasiados lugares donde los haitianos pueden pasar a la República Dominicana. Tu verás incrementándose los asaltos, el sicariato y todo ese tipo de cosas. Cuatro mil son cuatro mil», agregó Casanova.

De igual modo, la diputada por Dajabón Sonia Agüero del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), expresó que no hay forma de impedir la entrada de los privados de libertad al país, pues la frontera dominicana es vulnerable.

Sin embargo, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, llamó a la comunidad internacional a dejar de teorizar y hacer frente a la crisis socioeconómica que enfrenta Haití e instó a la República Dominicana resguardar los puntos críticos en la frontera.

Mientras, el legislador oficialista Francisco Soliman, entiende que se hace tarde la intervención de los organismos internacionales ante el aumento de la crisis de la vecina nación, pese al reiterado llamado del jefe de Estado.

Durante LA Semanal, el presidente Luis Abinader garantizó la seguridad en la frontera y el impedimento del ingreso de los más de tres mil presos que se fugaron de la Principal cárcel haitiana.